La maravilla de la oración se revela en nuestra lectura del Evangelio de hoy donde Jesús se encuentra con una mujer samaritana en un pozo. La maravilla de la oración se revela junto al pozo, donde también nosotros acudimos en busca de agua. También Jesús sale a nuestro encuentro en la oración.
Considera este Evangelio: en oración. Es Jesús quien primero te busca y te pide de beber --- "Dame de beber". ¿Le darías algo de tu tiempo? ¿Tu atención? Todos los momentos son buenos para la oración: por la mañana y por la noche, antes y después de las comidas, la Misa dominical, el Rosario, el Vía Crucis... ¡en cualquier momento!
¡Jesús tiene sed! Te lo pide desde lo más profundo de su amor por ti. Nos demos cuenta o no, la oración es el encuentro de la sed de Dios con la nuestra. San Agustín escribió: "¡Dios tiene sed para que nosotros tengamos sed de Dios!". Piensa en eso. Piensa en cuánto te ama Dios. San Pablo lo dijo en nuestra segunda lectura: "Y la prueba de que Dios nos ama está en que Cristo murió por nosotros, cuando aún éramos pecaadores.” Dios tiene sed de que tengamos sed de Dios.
Cuando pensamos en la oración solemos pensar en obtener cosas de Dios --- como la mujer del Evangelio - agua de un pozo. Pero "tú le pedirías a él y él te daría agua viva". La oración es tanto una respuesta de amor a un Dios sediento como una respuesta de fe a Su promesa de salvación --- agua viva. Esto es más que "obtener cosas". Se trata de vida en el Espíritu Santo --- ¡Vida Eterna! La sed de Dios solo se sacia con el agua de la vida eterna --- pero comienza en oración --- ahora --- "en Espíritu y en verdad," dijo Jesús.
¿De qué tienes sed? ¿Sed de verdad? Una cosa de la que todos tenemos sed es de amor - con Dios y con los demás. La mujer del Evangelio debe haber estado buscando amor en todos los lugares equivocados: tenía cinco maridos, y el hombre con el que estaba no era su marido. ¿Cuántos de nosotros podríamos encajar también en esa descripción? Buscando amor en los lugares equivocados.
"Si me quiere de verdad, ¿por qué me dice eso?” se puede preguntar. Lo dijo porque realmente te ama. Te dice que es el Cristo. Ahora, ¡ve y cuéntale a los demás tu experiencia personal con Jesús!
Padre Mark Zacker
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