¡Felices Pascuas a todos! Nuestra celebración de Pascua continúa durante 50 días. ¡Bautizamos a seis personas y recibimos a dos más en la Sagrada Comunión con nosotros el Domingo de Pascua! ¡Muchas gracias a John y Aimee Cave, Vicki Arndt, y todo su equipo de catequistas por ayudar a formar a los miembros más nuevos de la Iglesia aquí! Gracias a Gloria Nussbaum y su equipo por decorar la iglesia tan bellamente. Gracias al Padre Chance, a nuestros Diaconos Chris Kennedy y John Kaufmann, a nuestro personal parroquial, a nuestro maravillosos coros, a nuestros acólitos, monaguillos, y ministros de hospitalidad por su extraordinario servicio durante la Semana Santa y el Domingo de Pascua. ¡Nuestra parroquia ciertamente está creciendo y no podríamos haberlo hecho todo sin ustedes!
Sólo una actualización. . . El diácono Ed DeMattee sigue recuperándose de un derrame cerebral que sufrió antes de Semana Santa. Está en rehabilitación intensiva. Sus oraciones son muy necesarias y bienvenidas para él. El diácono Tom Liota está visitando a su familia en España. Le echamos de menos, pero volverá a finales de mes.
Jesús resucitado se aparece a los discípulos varias veces. Consuela con paciencia sus corazones desanimados. De este modo realiza, después de su resurrección, la «resurrección de los discípulos». Y ellos, reanimados por Jesús, cambian de vida. Antes, tantas palabras y tantos ejemplos del Señor no habían logrado transformarlos. Ahora, en Pascua, sucede algo nuevo. Y se lleva a cabo en el signo de la misericordia. Jesús los vuelve a levantar con la misericordia y ellos, misericordiados, se vuelven misericordiosos. Es muy difícil ser misericordioso si uno no ha recibido misericordia.
Recordando el Domingo de la Divina Misericordia de 2021, el Papa Francisco escribió, “¿Quieres una prueba de que Dios ha tocado tu vida? Comprueba si te inclinas ante las heridas de los demás. Hoy es el día para preguntarnos: ‘Yo, que tantas veces recibí la paz de Dios, que tantas veces recibí su perdón y su misericordia, ¿soy misericordioso con los demás? Yo, que tantas veces me he alimentado con el Cuerpo de Jesús, ¿qué hago para dar de comer al pobre?’ No permanezcamos indiferentes. No vivamos una fe a medias, que recibe, pero no da, que acoge el don pero no se hace don. Hemos recibido misericordia, seamos misericordiosos. . . Dejémonos resucitar por la paz, el perdón y las llagas de Jesús misericordioso. Y pidamos la gracia de convertirnos en testigos de misericordia. Solo así la fe estará viva. Y la vida será unificada. Solo así anunciaremos el Evangelio de Dios, que es Evangelio de misericordia.”
P. Mark Zacker
Misionero de la Misericordia nombrado por el Papa Francisco en 2016