En este tiempo de Adviento he estado reflexionando sobre nuestro 135 aniversario. ¡Qué hito! Me imagino cómo nos ve Dios.
El conocimiento que Dios tiene de toda la historia es un profundo misterio. Todo lo pasado, presente y futuro es conocido por Dios a la vez en una única mirada eterna. Puede que nos resulte imposible comprenderlo, pero en ocasiones recibimos la gracia de darnos cuenta de lo precioso que es el tiempo en nuestras vidas. Cada día de nuestra vida es un regalo irrepetible, que nunca más volveremos a vivir.
Para Dios, cada período de la vida anticipa y prepara lo que sigue. Dios siempre quiere llevar a término lo que ha planeado. La importancia de cada hora presente es, en parte, un vínculo con la hora siguiente. Lo mismo puede decirse del momento central de la historia humana, cuando el Hijo de Dios tomó nuestra carne y vivió una existencia terrena. En primer lugar, Dios preparó los corazones de los hombres para su venida en Jesús. Juan el Bautista anunció desde el desierto que pronto se cumpliría el día del gran anhelo. Esto nos recuerda, incluso ahora, que preparemos nuestros corazones para encontrarnos con Él.
Quizás a veces experimentamos cierto temor cuando nuestros pensamientos se vuelven hacia el futuro. Pero, ¿por qué? Así como fue profetizada la venida de Jesús, tenemos el cumplimiento de parte de Dios de Su presencia constante en nuestras vidas. La Sagrada Eucaristía es una experiencia continua de esto: ¡el Cuerpo y la Sangre de Jesús nos fortalecen en cada Misa! Una vida de belleza y felicidad nos espera siempre que confiemos en la bondad y el amor de Dios. La promesa de Dios es irreversible y se ha cumplido.
Por favor, únase a nuestros niños para la obra de teatro de la Natividad este viernes a las 6 PM y luego nuestras magníficas Lecciones y Villancicos presentados por nuestro Coro en inglés a las 7:00 PM. Feliz 135 aniversario y bendito Adviento para todos.
Padre Mark Zacker
Párroco
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