See for Yourself: Becoming Witnesses to the Resurrection
- St. Francis Parish
- 6 hours ago
- 3 min read
Compruébelo usted mismo: Convirtiéndose en testigos de la Resurrección

He is risen! He is truly risen! Happy Easter, everyone! This is what the celebration of Easter is all about — the truth that Jesus was crucified for our sins and three days later rose from the dead, conquering death once and for all.
We know it’s true, but this Easter Sunday, let’s ask ourselves if we live as if it’s true. Do we live as witnesses to the glorious reality of the Resurrection?
A witness, of course, is one with first-hand knowledge. Our Bible readings today focus not only on the Resurrection itself, but also on those who were witnesses to it. In the Gospel, St. John describes the very first witnesses to the empty tomb, Mary Magdalene, John (“the disciple whom Jesus loved”), and Peter. Each had an individual “experience” of the empty tomb. Each went up close to see for themselves what Jesus’ love had accomplished.
How can we, all these years later, see for ourselves and so become His witnesses? We “see for ourselves” when we prayerfully read the Scriptures knowing they are a living love letter from God with a message to each one of us. We “see for ourselves” each time we receive the precious Body and Blood of our Lord in the Holy Eucharist. We “see for ourselves” when we experience His personal and healing power in our hearts when we come to Confession. We “see for ourselves” when we pour out our lives in loving service to those around us and experience the deep satisfaction that only comes when we are imitating our Savior.
This Easter, through Baptism, Confirmation, and Full Communion we welcomed 20 new members into the Church. Can we welcome even more next Easter? This Easter, resolve to live as if the saving power of the Resurrection is true. Experience Jesus for yourself every day from now on. You will be a powerful witness to the truth that He is risen! He is truly risen!
Fr. Mark Zacker
Pastor
¡Ha resucitado! ¡Ha resucitado de verdad! ¡Feliz Pascua a todos! De esto trata la celebración de la Pascua: de la verdad de que Jesús fue crucificado por nuestros pecados y tres días después resucitó de entre los muertos, venciendo a la muerte de una vez por todas.
Sabemos que es verdad, pero este Domingo de Pascua preguntémonos si vivimos como si lo fuera. ¿Vivimos como testigos de la gloriosa realidad de la Resurrección?
Un testigo, por supuesto, es alguien con conocimiento de primera mano. Nuestras lecturas bíblicas de hoy se centran no sólo en la Resurrección en sí, sino también en quienes fueron testigos de ella.
En el Evangelio, San Juan describe a los primeros testigos de la tumba vacía: María Magdalena, Juan ("el discípulo a quien Jesús amaba") y Pedro. Cada uno tuvo una "experiencia" individual de la tumba vacía. Cada uno se acercó para ver por sí mismo lo que el amor de Jesús había realizado.
¿Cómo podemos nosotros, todos estos años después, ver por nosotros mismos y convertirnos así en sus testigos? Lo "vemos por nosotros mismos" cuando leemos en oración las Escrituras, sabiendo que son una carta de amor viva de Dios con un mensaje para cada uno de nosotros. Lo "vemos por nosotros mismos" cada vez que comulgamos el precioso Cuerpo y Sangre de Nuestro Señor en la Sagrada Eucaristía. Lo "vemos por nosotros mismos" cuando experimentamos Su poder personal y sanador en nuestros corazones cuando nos confesamos. Lo "vemos por nosotros mismos" cuando derramamos nuestras vidas en amoroso servicio a los que nos rodean y experimentamos la profunda satisfacción que sólo viene cuando estamos imitando a nuestro Salvador.
Esta Pascua, a través del Bautismo, la Confirmación y la Comunión Plena, hemos dado la bienvenida a 20 nuevos miembros en la Iglesia. ¿Podremos acoger aún a más en la próxima Pascua? Esta Pascua, resuélvete a vivir como si el poder salvador de la Resurrección fuera cierto. Experimenta a Jesús por ti mismo todos los días a partir de ahora. Serás un poderoso testigo de la verdad de que Él ha resucitado. ¡Ha resucitado de verdad!
P. Mark Zacker
Párroco